Maravillarnos
ante la grandeza de todo lo que nos rodea y comprender que en la naturaleza
todo está conectado y todo tiene su razón de ser, nos ayuda a comprender la
sutileza y sensibilidad de los sistemas florales.
Empecemos
fuerte: el Universo es fractal y por lo tanto nosotros somos fractales. Y somos
Uno con Todo. En nosotros y en la naturaleza está todo lo que necesitamos para
sentirnos bien. El doctor Bach sabía esto y comprendió que se podía establecer
una analogía entre los diferentes tipos de personalidad y las plantas, que
tienen en la belleza de la flor el contrapunto y estado óptimo (llamémosle
equilibrio) de sus partes quizá –por llamarlas de alguna manera—más
desequilibrantes.
Buscó
la forma de poder sanar a todas las personas con un remedio al alcance de
todos, tan sencillo como sutil: con la vibración energética de las flores que
fue catalogando y testando en él mismo.
Así
de fácil y así de difícil a la vez. Porque… ¿cómo puede ser que unas florecillas
recién cortadas que solo requieren agua pura de manantial y luz solar sean
capaces de sanar una mente torturada, por ejemplo, por simple frecuencia
vibracional?
Edward
Bach no trabajaba con el cuerpo físico. Sabía que somos “algo” más complejos.
Para gozar de buena salud y bienestar hay que sanar y tener equilibrados todos
nuestros cuerpos que, aunque no los veamos, están ahí. Sabía que somos energía
y vibramos a una determinada frecuencia. Y comprendió que las flores nos ayudan
a vibrar en la frecuencia adecuada para sentirnos bien.
Y
ciertamente lo hacen de forma sutil. Muchas veces de forma tan sutil que apenas
nos damos cuenta de que algo está cambiando en nosotros para mejor. Otras
veces, sin embargo, el cambio se hace tan evidente y en tan poco tiempo que
incluso nos asusta por las sensaciones que estamos percibiendo…
Habrá
personas que nieguen sus beneficios, quizá porque de entrada sean escépticos
con los resultados que hayan obtenido o simplemente porque se nieguen a aceptar
que una terapia tan sencilla pueda ofrecer resultados positivos.
Tomar
flores, sean del sistema que sean, ayuda siempre y cuando se sepa combinar las
flores adecuadas para la persona adecuada y la causa determinada. Pero esto ya será un tema para otro artículo…
aspen |
No hay comentarios:
Publicar un comentario